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10 palabras para expresar el sabor del vino

Si el mundo del vino te tiene cada vez más entusiasmado, no podés dejar de leer este artículo. Ideal para todos aquellos que quieren dar un paso más y convertirse en verdaderos sommeliers amateurs.

Después de haber leído Los 4 sabores básicos al degustar vinos y 20 términos que todo amante del vino debe conocer, este mes te presentamos las 10 palabras que debes incorporar para poder expresar el sabor exacto que tienen cada una de tus degustaciones.

Se trata de una tarea un poco más compleja que sólo definir los sabores básicos como el salado, dulce, amargo o ácido. En realidad, es una hazaña casi poética, que muy pocos logran llevar con elegancia y rigurosidad. Las palabras que te compartiremos están en el diccionario de los mejores sommeliers a nivel mundial. ¿Estás listo? Te aseguramos que al usarlas podrás deleitar los oídos de cualquiera.

Mi vino tiene sabor...

Aterciopelado. Seguramente no es la primera vez que escuchas este término al definir un vino. Resulta un poco raro imaginar el sabor a terciopelo, pero, como dijimos anteriormente, se trata también de una descripción poética. Cuando se dice que un vino tiene sabor aterciopelado, se hace referencia a una sensación suave y placentera en la boca, en general la cumplen aquellos que han sido envejecidos en botella y poco a poco pierden acidez y taninos.

Blando. Se usa este término cuando el vino no presenta mucha acidez ni frescura. Caramelizado: Mucho más simple de percibir, se trata de vinos con tintes dulces y tostados, generalmente más densos.

Carnoso. No, no significa que lo tengas que acompañar con un buen asado. O sí, eso queda a tu criterio. Un vino carnoso es aquel que tiene bastante cuerpo, casi que se “mastica”.

Complejo. Aunque creas que cualquier vino podrás catalogarlo con esta palabra para sonar más interesante, lo cierto es que sólo se utiliza cuando tu degustación tiene una gran riqueza de matices muy difícil de describir con un sabor particular.

Equilibrado. ¡Se trata de un vino ideal! Aquel que tanto el alcohol como el sabor de la barrica se sienten en su medida justa, pero también comprende matices nivelados, sin que uno sobresalga más que otro.

Frutos secos. Se debe al envejecimiento. Si es meramente oxidativo, los sabores serán parecidos a avellanas, almendras o nueces, mientras que si el envejecimiento es mayor y se da en envases de madera con varios años, se distinguirán gustosa dátiles, pasas e higos.

Notas de madera. Suelen ser vinos criados en barricas jóvenes, las cuales les aportan matices de la madera, similares a la leña.

Tánico. Deviene del tanino, que es aquella sustancia que tienen todos los vinos por la procedencia de la uva y su crianza en barricas. Un vino es tánico específicamente, cuando se siente áspero en la boca, debido a la cantidad de taninos que cedió la madera.

Untuoso. Cuando en el paladar se siente graso y cálido a la vez, con tintes dulzones característicos de los vinos dulces, se trata de un sabor untuoso.

Seguramente no es la primera vez que escuchas este término al definir un vino. Resulta un poco raro imaginar el sabor a terciopelo, pero, como dijimos anteriormente, se trata también de una descripción poética. Cuando se dice que un vino tiene sabor aterciopelado, se hace referencia a una sensación suave y placentera en la boca, en general la cumplen aquellos que han sido envejecidos en botella y poco a poco pierden acidez y taninos.

Se usa este término cuando el vino no presenta mucha acidez ni frescura.
Caramelizado: Mucho más simple de percibir, se trata de vinos con tintes dulces y tostados, generalmente más densos.

No, no significa que lo tengas que acompañar con un buen asado. O sí, eso queda a tu criterio. Un vino carnoso es aquel que tiene bastante cuerpo, casi que se “mastica”.

Aunque creas que cualquier vino podrás catalogarlo con esta palabra para sonar más interesante, lo cierto es que sólo se utiliza cuando tu degustación tiene una gran riqueza de matices muy difícil de describir con un sabor particular.

¡Se trata de un vino ideal! Aquel que tanto el alcohol como el sabor de la barrica se sienten en su medida justa, pero también comprende matices nivelados, sin que uno sobresalga más que otro.

Se debe al envejecimiento. Si es meramente oxidativo, los sabores serán parecidos a avellanas, almendras o nueces, mientras que si el envejecimiento es mayor y se da en envases de madera con varios años, se distinguirán gustosa dátiles, pasas e higos.

Suelen ser vinos criados en barricas jóvenes, las cuales les aportan matices de la madera, similares a la leña.

Deviene del tanino, que es aquella sustancia que tienen todos los vinos por la procedencia de la uva y su crianza en barricas. Un vino es tánico específicamente, cuando se siente áspero en la boca, debido a la cantidad de taninos que cedió la madera.

Cuando en el paladar se siente graso y cálido a la vez, con tintes dulzones característicos de los vinos dulces, se trata de un sabor untuoso.

Pero, si sos aún más detallista y querés dejar a todos con la boca abierta, te recomendamos tomar nota de este esquema. Encontrarás muchas más palabras para agrandar tu diccionario y también incursionar en la definición de los aromas.

¡Atención! No es apto para cualquiera. ¡Sólo está recomendado para verdaderos estudiosos y amantes del vino!

¡No pierdas la paciencia! Se necesita mucho tiempo  y memoria para aprender tantas palabras, pero recordá que lo más importante es poner en práctica tus conocimientos. Por eso siempre recomendamos degustar miles de vinos para convertirte en experto.

¿Ya probaste nuestro renovado Malbec Reserva? Ideal para los amantes de sabores suaves, semi dulces y carnosos. ¿Con qué otra palabra lo describirías?

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