Después de varios tips sobre las maneras más fáciles de degustar vinos, confiamos en que estás listo para el siguiente paso. Para poder quedar como todo un sommelier en las reuniones con amigos y familia, es importante que sepas distinguir 4 sabores básicos.
Aunque parezca una tarea sencilla, sólo unas papilas gustativas bien entrenadas son capaces de descifrar cuando se trata de un vino salado, amargo, ácido o dulce, y esto se logra probando y probando.
Para ser más claros, el sabor del vino es la combinación de los sabores básicos nombrados anteriormente y que percibimos con la boca, sumados a aquellos aromas que sentimos por las cavidades nasales.
¿Qué gusto tiene la sal?
El sabor salado se detecta en la parte central de la lengua, si bien parece difícil, nuestro tip para que te des cuenta, es que dura más en la boca que otros sabores. Los vinos con esta característica tienen la influencia de vientos marinos por ejemplo, los cuales le aportan toda la sal proveniente del mar; o bien los suelos donde crece la cepa, como aquellos vinos finos.
¡No seas amargado!
Al final de la lengua, casi llegando a la garganta, se puede encontrar el sabor amargo. Generalmente es aportado por las barricas de los vinos, como también por pieles o raspones; se percibe de manera más tardía, pero persiste más tiempo. Es ideal encontrarlo en vinos blancos, ya que de manera equilibrada le aporta una elegancia indiscutible, mientras que en los tintos, es mejor que no se destaque.
El gusto amargo se debe a distintos compuestos químicos como polifenoles, antocianos y taninos, que ayudan a darle color sabor a los vinos tintos. Además, frecuentemente está acompañado por otra característica fundamental, que es la astringencia.
Yo te quiero con limón y sal...
El sabor ácido es básico y principal en cualquier vino, ya que la acidez determinará sus características y viveza y se percibe en los laterales. Aquellos que no la tienen, son más apagados. Usualmente, la propia uva es la encargada de aportar este sabor, diferenciando entre tres a grandes rasgos:
- Málico
- Tartárico
- Cítrico
O bien, puede venir por su fermentación y dividirse en:
- Láctico
- Succínico
- Acético
¡Son un dulce de leche!
Quizás sea el sabor más fácil de distinguir, ya que se encuentra en la punta de la lengua e inmediatamente haya contacto se podrá sentir, aunque no se mantiene tanto tiempo. El dulce proviene del azúcar de la uva y de los taninos maduros, específicamente de la acción producida entre la glucosa y la fructosa, y los alcoholes como etanol, metanol y glicerol.
Ácido
Salado
Dulce
Amargo
Sensación Táctil
Astringencia - Causticidad
Nuestros Tips
Ahora que sos un experto en los 4 sabores básicos del vino y sabés en qué parte de la lengua se distinguen, te damos una ayudita para que al degustar puedas diferenciarlos más fácilmente:
1
Poner siempre la misma cantidad de vino en la boca. Te recomendamos que sea un tercio.
2
Remover por 3 segundos el vino con la lengua para captar los sabores.
3
Realizar barboteos para que los aromas ingresen por la vía nasal.
4
Aunque creas que es de mala educación, es usual escupir el vino, o bien podés tragarlo si vas a degustar pocas muestras.
Intentá darte respuesta a la pregunta básica ¿Qué sabor tiene el vino? Cuanto más sencillo puedas responder, menos complejo te será diferenciar los 4 sabores básicos. Así, vas a poder sacar tus propias conclusiones y poco a poco hacer juicios sobre sus características.
El secreto más valioso que podemos compartirte, es que la práctica hace al maestro, y la única forma de lograr percibir si un vino es dulce, amargo, ácido o salado, es haciendo pequeñas degustaciones con frecuencia, para que tu paladar se habitúe a encontrar este tipo de sabores. Pero, tampoco te relajes tanto. ¡Esto recién es el comienzo! Todavía tenemos muchos más tips para que te conviertas en un experto degustando.
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